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Desarrollan un sistema de alimentación en porcino para mejorar la eficiencia de la dieta y el coste de producción

Publicado el 11/01/2016

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Etiquetas: cerdo

“Si bien la industria porcina está creciendo mucho en nuestro país, notamos que el nivel de tecnología presentaba limitaciones en la eficiencia de la alimentación, que representa entre el 70 y el 80% del costo de una granja”, explica Leonel Rae, uno de los padres del proyecto junto al economista Franco Amorosi.

En marzo del 2013, este dato les motivó a investigar sobre el desarrollo de tecnologías que permitieran un control más eficaz sobre las raciones de alimento de las cerdas en gestación, reduciendo el margen de error y los desperdicios, encontrando otras alternativas a los sistemas de confinamiento en jaulas.

“La tecnología que desarrollamos consiste en el diseño de un alimentador automático con puertas de entrada y de salida (similar a una manga) provistas de un lector que puede individualizar a las cerdas a partir de un chip colocado en sus orejas, como caravanas. Una vez reconocido el animal, el sistema raciona el alimento correspondiente a ese día, previamente determinado por veterinarios o nutricionistas. Transcurrido un tiempo, la cerda termina de comer y vuelve al grupo”, explicó el estudiante de FAUBA.

El alimentador, que permite determinar la ración diara correspondiente a cada animal, observar las curvas de costumo y ajustarlas, se controla con un Software desde cualquier equipo, y, con WiFi en el criadero, es posible gestionar de manera remota y observar lo que ocurre en cada momento.

“Este sistema de alojamiento en grupo ayuda a disminuir el estrés del animal que, a diferencia de lo que sucede en los modelos de confinamiento, puede caminar y manifestar su instinto gregario de sociabilización, con mejoras en la productividad”, añadió Rae, y apuntó que el sistema se adapta fácilmente a los criaderos existentes.

Rae y Amorosi estuvieron reuniendo información de productores y grupos de investigación, para lograr desarrollar esta tecnología. En julio del 2013, el proyecto se integró a la incubadora de la FAUBA.

“A través de la incubadora recibimos ayuda con la investigación, contactos con profesionales, asesoramiento en materia comercial y búsqueda de financiamiento, y accedimos a una red de vínculos con los potenciales clientes e instituciones del sector que resultan claves para la comercialización”, afirmó Rae.

Después de finalizar las primeras pruebas de factibilidad, consiguieron instalar en 2014 el primer alimentador, con un ciclo completo de 800 madres y más de 15.000 capones en engorde. En la exposición Fericerdo recibieron un gran interés de los productores.

“A partir de las pruebas en condiciones reales y el feedback de los usuarios, pudimos entender y mejor las necesidades y realizar una serie de mejoras que culminaron en un producto que ya está en condiciones para su comercialización a escala. Principalmente se mejoró el diseño privilegiando sencillez y robustez, incorporando materiales más resistentes y componentes electrónicos que facilitan el manejo”, aclaró Amorosi.

Lanzaron el producto en la última exposición de Fericerdo, durante 2015.

“A partir de la participación en Fericerdo recibimos mucho interés de productores y ya estamos avanzado con nuevas instalaciones. Hacia adelante, la idea es presentar un producto que, además de ofrecer ventajas productivas, tenga un costo accesible, para que no esté sólo al alcance de los grandes jugadores, sino que también los medianos productores tengan acceso y puedan probarlo en sus campos o granjas”, finalizó Amorosi.

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